jueves, 22 de diciembre de 2011

El ritmo de la vida

Nunca imaginé que un sonido ritmico y monotomo pudiera desencadenar una avalancha de emociones...sorpresa...admiración...alivio...sobrecogimiento....pun..pun..pun..pun...pun...en el estómago y no en el pecho.

Solo escribirlo me pone vidriosa la mirada. Hubiese querido grabarlo para escucharlo toda la noche mientras durmiera.

Todos damos por sentado que la unión de dos personas, en ciertas ocaciones produce una tercera.

Muchos ven hermoso el proceso de gestación.

Pocas entendemos el milagro, hasta que lo vivimos.

Haces lo que siempre has hecho en esos momentos en que quieres mucho a una persona y la tienes casi fisicamente imposible cerca...pero una vida se crea. Y de repente una vida habita dentro de ti...uno que se considera tan único, ahora es dos en un mismo espacio...y ahora amas algo que no has visto...y si tienes suerte puedes participar en todo el proceso de creación.

Por que todas las personas que conocemos vienen con sus manos, cabeza, ojos, boca, pelo...pero "esto"...esta masa amorfa comienza a latir antes de parecer algo someramente humano...y en el momento que oyes por primera vez ese pun..pun..pun..pun...pun...ya eres suya para toda la eternidad. Y eso sólo lo sabe mi mamá...y tu mamá...y la tuya también.

Si eso lo hace un pun pun pun, no me imagino que hará despues un llanto articulado...y después de eso una palabra de eso que comenzó como una bombita rítmica...el tiempo lo dirá.

martes, 20 de septiembre de 2011

Si hoy dejara este camino

No me voy vacía, me voy con mucho aprendizaje.
Me voy luchando, pues no quiero partir.
Pero no me voy insatisfecha.
Me voy llena de cariño.
Me voy inflada de experiencia y felicidad.
Me voy con esperanzas, pues creo que las cosas seguirán mejorando.
Me voy extrañando a mi mitad perdida, reencontrada en la adultez,
anhelando compartir más pues no me sacio de su presencia.
Feliz de que me voy primero que él (egoísta al fin)
pues no quiero vivir su pérdida.
Me voy melancólica, dejando atrás a esos seres que fueron compañeros obligados
pero amigos voluntarios.
Y me voy por que no me puedo quedar, pero si fuera por mi, aquí seguiría.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Winter fall upon others

No es que quiera sólo escribir tristezas y dolores de la vida, pero este blog se ha convertido en mi diario no diario (gracias a Dios) de los sobresaltos de mi vida. Uno trata de que las tragedias le resvalen, pues para dramas está la vida real...pero hay veces...Hay Dios! hay veces, en que simplemente no lo puedes ignorar. Siempre he dicho que no creo que haya una muerte en la que uno pueda decir "ese si murió bien!"...la muerte es tan definitiva...pero hay veces que no es como el otro se va lo que te marca, es como se queda el que se queda lo que te conmueve. Hay cosas que no las entiendo...no le caben a uno dos dedos de racionalidad para entenderla, como qué, para que en primer caso ocurrió lo que ocurrió si eso iba a acabar así? Para que la molestia de la vida? para que la molestia del destino? Para qué?...Para nada en esta vida estamos preparados, pero de verdad que hay sopresas tan amargas que envenenan. Se me ha anidado un frío en el corazon, un frío que ya se extendió a mis ojos y a mi boca y que amenzada con acurrucarse y encontrar abrigo dentro de mi. Que amenaza con deshumanizarme. Que amenenaza con congelar mis latidos. Un frio que amenaza con paralizarme...por que no entiendo. Cómo puedo yo disfrutar de la vida, y saber que otro esta sufriendo eso que está sufriendo...Cómo me río sin sentirme culpable, como soy feliz sin sentirme cómplice...como... Hace calor afuera...pero adentro...adentro está helado.

miércoles, 1 de junio de 2011

Winter fall upon me

El drama, la novela griega... la pérdida...todo parece fantasía, como que le está pasando a otra persona y que solo me lo están contando. Pero no es así, yo soy la actriz de este acto. Cuando lo cuento, siento que narro una fabula de terror que leí en algún sitio, siento que adorno, siento que no es verdad...pero a esta hora de la noche, sola, sin poder dormir no puedo respirar al darme cuenta que si está pasando.

Es difícil por que no nos conocimos. No ha pasado tanto como para encariñarnos... y sin embargo, es desgarrador. Quiero que sea mentira, quiero estar exagerando. Quiero que sea una de esas tantas veces en la que me he equivocado, por esta vez, no quiero tener la razón. Pero yo se que la tengo, se que estuviste y se que ya no estas...y a esta hora de la noche, no puedo respirar.

No culpo a nadie; no maldigo nada; no deseo que no haya pasado; entiendo que me correspondía vivirlo por que así tiene que ser. No pregunto por que; los "por ques" no tienen respuesta. Yo ENTIENDO. Pero entender no hace que el dolor sea más soportable, ni que la noche sea más corta ni que vuelva el aire a la habitación otra vez.

Contar los dramas es divertido. Vivirlos, no tanto.

domingo, 27 de marzo de 2011

No quiero dormir

No me quiero ir a dormir y darme cuenta de la soledad que me embarga...pero eventualmente debo afrontarlo. ¿Cuándo dos personas dejan de ser dos cuerpos y se convierten en un alma? ¿Cuándo la lejanía pasa de causar tristeza a causar dolor físico? es como que te arrancasen un pedazo, una mano de cuajo. La sensación de tener un caballo sentado en tu pecho no cesa. El aire no huele igual, tu esencia la percibo en todo, y esto solo aumenta mi miseria. No me quisiera imaginar una separación involuntaria. Pero debo irme a dormir y soñar que él está pensando en mí como yo en él.

lunes, 14 de marzo de 2011

Durmiendo en vida

Escribir? Yo no sé ya cómo escribir…se me olvidó, así como ya no recuerdo como volar en sueños.
Hace cuanto que un lápiz o bolígrafo no se alimenta directo de mi corazón y sangra sobre hojas rayadas destinadas para acciones más practicas?
No lo sé…Se me olvidó enamorarme también? Confesarle a la Hoja lo que mi cerebro entiende que mi corazón dice?
Acaso suspirar no es parte del horario laborar?
Se me olvidó como pararme en la calle y ver pasar una hoja y pensar que se ve hermosa cabalgando en el viento.
Ya no sé cómo decir sentimientos prohibidos con códigos secretos, como disfrazar acciones íntimas con las palabras más comunes, que sólo los seres que se han visto ahí, saben de qué les hablo.
Mis confidentes ya no recuerdan lo que es recitar poemas a escondidas…
Se me olvidó como amar a todo el mundo con locura, sin morir en el intento.
Ya no hablo con metáforas hermosas, rebuscadas, sólo para describir al sol por la mañana.
Ya no entiendo que es importante hacerle sonetos al mar por su poderío y presencia.
Ya los cuestionamientos profundos de la vida no llenan mi cabeza de preguntas.
Me estoy durmiendo en vida, y si no despierto pronto quizás no lo pueda volver a hacer.
Quiero que me despierten de esta pesadilla!