domingo, 27 de marzo de 2011

No quiero dormir

No me quiero ir a dormir y darme cuenta de la soledad que me embarga...pero eventualmente debo afrontarlo. ¿Cuándo dos personas dejan de ser dos cuerpos y se convierten en un alma? ¿Cuándo la lejanía pasa de causar tristeza a causar dolor físico? es como que te arrancasen un pedazo, una mano de cuajo. La sensación de tener un caballo sentado en tu pecho no cesa. El aire no huele igual, tu esencia la percibo en todo, y esto solo aumenta mi miseria. No me quisiera imaginar una separación involuntaria. Pero debo irme a dormir y soñar que él está pensando en mí como yo en él.

2 comentarios:

Carlos Torres dijo...

Esa es la esencia de la promesa Mc 10, 6-8 "Pero al principio de la creación Dios los hizo hombre y mujer; por eso dejará el hombre a su padre y a su madre para unirse con su esposa, y serán los dos una sola carne. De manera que ya no son dos, sino uno solo."... Una sola carne... es un misterio que solamente puede entenderse cuando se consuma :-)

Arlene T>A>C dijo...

Es un misterio indeed :)...es uno de esos dolores masoquistas