jueves, 15 de septiembre de 2011

Winter fall upon others

No es que quiera sólo escribir tristezas y dolores de la vida, pero este blog se ha convertido en mi diario no diario (gracias a Dios) de los sobresaltos de mi vida. Uno trata de que las tragedias le resvalen, pues para dramas está la vida real...pero hay veces...Hay Dios! hay veces, en que simplemente no lo puedes ignorar. Siempre he dicho que no creo que haya una muerte en la que uno pueda decir "ese si murió bien!"...la muerte es tan definitiva...pero hay veces que no es como el otro se va lo que te marca, es como se queda el que se queda lo que te conmueve. Hay cosas que no las entiendo...no le caben a uno dos dedos de racionalidad para entenderla, como qué, para que en primer caso ocurrió lo que ocurrió si eso iba a acabar así? Para que la molestia de la vida? para que la molestia del destino? Para qué?...Para nada en esta vida estamos preparados, pero de verdad que hay sopresas tan amargas que envenenan. Se me ha anidado un frío en el corazon, un frío que ya se extendió a mis ojos y a mi boca y que amenzada con acurrucarse y encontrar abrigo dentro de mi. Que amenaza con deshumanizarme. Que amenenaza con congelar mis latidos. Un frio que amenaza con paralizarme...por que no entiendo. Cómo puedo yo disfrutar de la vida, y saber que otro esta sufriendo eso que está sufriendo...Cómo me río sin sentirme culpable, como soy feliz sin sentirme cómplice...como... Hace calor afuera...pero adentro...adentro está helado.

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