jueves, 11 de abril de 2019

Musa Artrítica

No fluyeron las palabras de la pluma, tenían pavor. Terror de no ser suficiente. Parálisis creativa. El intermediario frizó toda fuente de invensión. La musa artrítica se negaba a moverse...aterrorizada ante la promesa de inadecuación. Sólo ha bastado un lápiz...un lápiz, una hoja mojada, arrugada...y una leyenda para entender que no hacia falta nada. La búsqueda de lo perdido no dejaba a la letra florecer...ya estaba bueno de duelo. Si el pasado fue bueno, lo que acontece sólo puede ser mejor. Imposible no serlo. Todo este proceso de aprendizaje sólo me reafirma que hasta la escritura hay que ejercitarla, y que el proceso artesanal hace eco en todas las facetas de mi vida. Me alfabetizo por segunda vez. Es hora de que renazcas tal cual fénix. Elévate y sé libre.

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